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Tomás García era una de esas personas. Su historia no solo habla de superar el miedo al dentista, sino también de cómo un cambio en su salud dental transformó por completo su vida. Esta historia real no solo habla de dientes. También lo hace sobre recuperar la seguridad, la alegría y la libertad de disfrutar de la vida sin limitaciones.
Ponte en situación. Imagínate despertarte cada día con dolores, evitar reírte en público y estar siempre escondiéndote de las fotos con tus amigos.
Así era la vida de Tomás. Desde pequeño, sus visitas al dentista fueron una auténtica pesadilla. Y es según recuerda él: “en la Seguridad Social no esperaban ni a que hiciera efecto la anestesia, pinchaban y tiraban. Me hicieron mucho daño, y ese miedo me acompañó toda la vida”.
Con los años, el miedo se transformó en abandono, y su boca sufrió las consecuencias: faltaban piezas dentales, había infecciones y el dolor era constante. Pero ese malestar no solo era físico. “Siempre me tapaba la boca al sonreír, evitaba las fotos y me escondía detrás del grupo. Llegué a pensar que nadie querría estar conmigo por cómo tenía la boca”, asegura.
Todo empezó con una oferta de limpieza dental que su pareja encontró casi por casualidad.
Una limpieza, que puede resultar algo tan básico, fue el inicio de una transformación gigante. “Desde ese primer día me sentí seguro porque aquí el trato es diferente: esperáis a que la anestesia haga efecto, sois cuidadosos, respetuosos y, sobre todo, humanos”, nos comenta sonriendo con una mirada tierna.
Fue un proceso completo, adaptado a sus necesidades y con avances en cada cita. Dos extracciones, cinco implantes, injertos óseos, una endodoncia, una reconstrucción y unas cuantas limpiezas fueron necesarias para devolverle la salud dental.
Cada visita era un paso más hacia adelante. “Al principio me daba miedo y hasta cancelé varias citas, pero vosotros me disteis la confianza para seguir adelante. Sabía que cada día que venía estaba más cerca de estar bien”.
El apoyo del equipo fue clave
Desde explicarle cada paso hasta ofrecerle facilidades económicas, Tomás sintió que no estaba solo en este proceso. “Nunca me sentí presionado. Sabéis cómo tranquilizar a las personas y adaptaros a sus necesidades. Eso lo valoro más de lo que podéis imaginar.”
A Tomás tuvimos de inicio que extraerle cuatro piezas dentales. Las extracciones las llevo a cabo nuestro médico estomatólogo y cirujano Ricardo Medina.
Para poner los nuevos implantes, hubo que regenerar el maxilar superior de Mercedes con un injerto de hueso propio de su mandíbula y también con hueso artificial. En cuanto a la encía, el doctor Medina realizó tres injertos de paladar.
El doctor Medina le coloca cinco implantes, para cubrir las ausencias provocadas por las cuatro extracciones, más el canino que ya le faltaba antes de llegar a nuestra clínica.
Nuestra odontóloga general Claudia Nastase llevó a cabo las reconstrucciones y grandes reconstrucciones que se le tuvieron que hacer a Tomás en diferentes dientes.
Tomás acude a sus revisiones y limpiezas con nuestra doctora Alba Agudo para tener controlada la placa supragingival y la placa subgingival.
Para controlar el bruxismo, a Tomás se le hace una férula de descarga de la mano de nuestra odontóloga general Alba Agudo.
Hoy, Tomás no solo tiene una boca sana; también una nueva vida. Según él: “por fin puedo comer sin miedo, dormir de un tirón y, lo mejor de todo, sonreír sin taparme la boca. Me miro al espejo y no me lo creo. ¿Ese soy yo?”, dice con una gran sonrisa.
La confianza que había perdido ahora es su mayor fortaleza. “Antes evitaba las fotos o me tapaba el lado donde me faltaba el colmillo. Ahora ya sonrío abiertamente. Tampoco tengo que desmontar un bocadillo para comerlo, ni vivir con dolores constantes. Me habéis devuelto las ganas de disfrutar de la vida”.
“No escatimes en tu salud. El miedo y el dinero no pueden ser excusas porque la recompensa es enorme. En mi caso, soy más feliz y todo gracias a que un día decidí tomar las riendas. Te puedo asegurar que, desde que tengo una boca nueva, me ha cambiado la vida para mejor en todos los aspectos. Todo porque me siento bien y ya no estoy acomplejado por mis dientes”.
No dejes que el miedo o la inseguridad te detengan.
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